La zona del Poniente es una región situada en la parte más occidental de la provincia de Granada. Está formado por 18 municipios y fue el último enclave de la antigua frontera Andalusí. Aún conserva elementos culturales e importantes yacimientos arqueológicos de origen Fenicio, Griego, Romano y Árabe.
En el paisaje del Poniente Granadino se encuentra el Parque Natural de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara y la fértil Vega del Genil, donde predominan los pinos resineros, los alcornoques y los melojos, que sirven como hábitat de animales singulares como el águila real, la cabra montesa o el halcón peregrino.
La zona sur del poniente es la parte más montañosa, en ella se erigen grandes paredes verticales denominadas tajos de Alhama, sobre las cuales se emplaza la ciudad de Alhama de Granada. Además, en Montefrío se encuentran los dólmenes de la Peña de los Gitanos, restos del Neolítico datados en 5300 años de antigüedad. Otra zona con importantes restos arqueológicos es la cueva de Zafarraya, donde se han encontrado restos del Período del Paleolítico Medio.
La Alhama de Granada, llamada Artigi en la época Romana, destaca por el atractivo de su barrio Árabe combinado con edificios de la época Cristiana. Su casco antiguo es considerado Bien de Interés Cultural. Sus baños Árabes y la celebración del carnaval son los elementos más representativos y conocidos de la ciudad.
Montefrío fue una villa de fundación Fenicia, posteriormente habitada por los Romanos y los Árabes. El pueblo es mundialmente conocido por aparecer en un reportaje de National Geographic como uno de los pueblos con mejores panorámicas en todo el Mundo. Además, su centro histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico, destacan la Iglesia de la Encarnación, los Palacetes y las Casas Señoriales.
Los restos de la edad de Cobre (como los que se encuentran en Loja) y las huellas de los Romanos, los Árabes y los Cristianos hacen de la ciudad un referente del Poniente Granadino. Entre sus edificaciones de tipo civil, militar y religioso, destaca su Alcazaba (s.XI), que es una fortaleza Árabe, la Iglesia Mayor de la Encarnación (s.XV), el Palacio de Narváez o la Fuente de los Veinticinco Caños, todos ellos declarados Bienes de Interés Cultural.
En Illora (pueblo asentado al regazo de la Sierra de Parapanda) se encuentran las ruinas del Castillo de Illora, que data de la época del periodo Califal Musulmán, y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, declarada monumento histórico-artístico y Bien de Interés Cultural.
En esta zona se pueden realizar actividades deportivas como senderismo, rutas en bici de montaña, vuelo libre, montañismo y descenso de barrancos en uno de los parajes más bellos de España. Los amantes de la naturaleza y la gastronomía deberían visitar enclaves como Riofrío, conocido por su importante criadero de truchas y esturiones, de los cuales se obtiene el Caviar de Beluga; se recurre siempre a métodos ecológicos y de reputación Internacional.
La gastronomía de la zona se compone de recetas tradicionales heredadas de las antiguas culturas que poblaban la zona, como la Musulmana y la Judía. Su aceite virgen extra en recetas como el gazpacho, los pucheros y los potajes, los platos realizados con trucha y esturión de Riofrío, los espárragos de la zona de Huétor-Tájar, el queso de cabra realizado de forma artesanal en Montefrío o Játar, el cordero Lojeño, las habas y las setas con jamón bien regadas con vinos de la zona de la Alhama y una repostería de tintes moriscos como los famosos roscos de Loja hacen de esta comarca un placer a la hora de realizar Turismo Rural y de Interior.